
DESDE ATACAMA EL TELESCOPIO MÁS POTENTE DEL MUNDO CAPTA AGUJEROS NEGROS CON DETALLES SIN PRECEDENTES
El
equipo del EHT, una colaboración internacional que conecta telescopios de todo
el mundo utilizando la técnica de interferometría de línea de base muy larga
(VLBI), ha llevado a cabo observaciones a una longitud de onda de 0,87 mm (345
GHz), permitiendo capturar imágenes con una resolución aproximadamente un 50%
mayor que las obtenidas en observaciones anteriores a 1,3 mm. Este avance
tecnológico ha sido posible gracias a la participación de telescopios
estratégicamente ubicados, como el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array
(ALMA) y el Experimento Atacama Pathfinder (APEX), ambos situados en el
desierto de Atacama en Chile.
Las observaciones más recientes del EHT han revelado detalles sin precedentes de las galaxias activas distantes, ofreciendo la posibilidad de obtener imágenes más nítidas y detalladas de los alrededores de agujeros negros supermasivos. Estos avances no solo confirman la viabilidad de observar a 0,87 mm, sino que también establecen un nuevo estándar para la resolución obtenida desde la Tierra.
“Estas
detecciones de señales VLBI a 0,87 mm son revolucionarias, ya que abren una
nueva ventana de observación para el estudio de los agujeros negros
supermasivos“, afirmó en un comunicado Thomas Krichbaum, coautor del estudio
del Instituto Max Planck de Radioastronomía en Alemania, institución que opera
el telescopio APEX junto con ESO.
El
desierto de Atacama ha sido durante mucho tiempo un sitio privilegiado para la
astronomía debido a sus condiciones atmosféricas excepcionales: cielos
despejados, baja humedad y altitudes elevadas. Estos factores hacen de la
región un lugar ideal para la instalación de telescopios de vanguardia como
ALMA y APEX, que han sido fundamentales para el éxito de estas observaciones.
APEX, un telescopio de 12 metros de diámetro operado por el Observatorio
Europeo Austral (ESO), juega un papel esencial en estas investigaciones,
funcionando a longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, que son clave
para capturar las señales de los agujeros negros a estas frecuencias.
Chile,
como país anfitrión, se encuentra en una posición única, no solo proporcionando
un entorno propicio para la ciencia de frontera, sino también contribuyendo
directamente a los descubrimientos que están redefiniendo nuestra comprensión
del universo. La participación de APEX y ALMA en este experimento no solo
resalta la relevancia del país en el mapa global de la astronomía, sino que
también refuerza la colaboración internacional que es fundamental para avances
de esta magnitud.
El
EHT utiliza una técnica llamada interferometría de línea de base muy larga
(VLBI), que combina las señales de múltiples telescopios ubicados en diferentes
partes del mundo para crear un telescopio virtual del tamaño de la Tierra. Esta
técnica permite obtener imágenes con una resolución angular sin precedentes, lo
que es crucial para observar objetos tan distantes y pequeños como los agujeros
negros.
Anteriormente, las observaciones del EHT, como las que revelaron la primera imagen de un agujero negro en la galaxia M87 en 2019, y de Sgr A*, el agujero negro en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea, en 2022, se realizaron a una longitud de onda de 1,3 mm. Sin embargo, para obtener imágenes aún más nítidas, el equipo decidió observar a una longitud de onda más corta, de 0,87 mm, lo que, en teoría, permite una mayor resolución. Este cambio, aunque desafiante, fue posible gracias a la experiencia acumulada del equipo del EHT y al desarrollo de tecnología avanzada.
Las
imágenes simuladas de M87*, una al lado de la otra, muestran la mejora en
claridad y resolución de 230 GHz a 345 GHz. Estas mejoras permiten a los
científicos medir el tamaño y la forma de los agujeros negros con mayor
precisión. Foto: EHT, D. Pesce, A. Chael
“Con
el EHT, vimos las primeras imágenes de agujeros negros usando las observaciones
de longitud de onda de 1,3 mm, pero el anillo brillante que vimos, formado por
la luz que se dobla en la gravedad del agujero negro, todavía se veía borroso
porque estábamos en los límites absolutos de cuán nítidas podíamos hacer las
imágenes”, dijo en el comunicado el codirector del estudio, Alexander Raymond,
anteriormente investigador postdoctoral en el Centro de Astrofísica | Harvard
& Smithsonian (CfA), y ahora en el Laboratorio de Propulsión a Chorro,
ambos en Estados Unidos.
“A
0,87 mm, nuestras imágenes serán más nítidas y detalladas, lo que a su vez
probablemente revelará nuevas propiedades, tanto las que se predijeron
previamente como tal vez algunas que no lo fueron”, agregó.
El
éxito de estas observaciones piloto, que lograron detectar la luz de galaxias
distantes con una resolución de hasta 19 microsegundos de arco, no solo
demuestra la viabilidad de esta técnica a longitudes de onda más cortas, sino
que también sienta las bases para futuras observaciones con aún mayor detalle.
Si bien estas pruebas técnicas aún no han producido imágenes completas, han
abierto una puerta crucial para la astronomía de alta resolución.
La
capacidad de observar el universo con una resolución sin precedentes desde la
Tierra tiene implicaciones profundas para el futuro de la astronomía. Con el
EHT ahora capaz de realizar observaciones a 0,87 mm, se espera que las futuras
imágenes de agujeros negros, incluidos aquellos más distantes y menos luminosos
que los ya observados, sean más detalladas y revelen nuevas propiedades de
estos misteriosos objetos cósmicos.
El
impacto de estos avances no se limita solo a la comprensión de los agujeros
negros, sino que también afecta a otras áreas de la astrofísica, como el
estudio de las galaxias activas y la dinámica del gas alrededor de los agujeros
negros. La posibilidad de observar estos fenómenos con un nivel de detalle
nunca antes alcanzado abre nuevas oportunidades para explorar los misterios del
universo.
El
director fundador de EHT, Sheperd “Shep” Doeleman, astrofísico del CfA y
codirector del estudio, afirmó en el comunicado: “Observar los cambios en el
gas circundante en diferentes longitudes de onda nos ayudará a resolver el
misterio de cómo los agujeros negros atraen y acumulan materia, y cómo pueden
lanzar potentes chorros que se extienden a lo largo de distancias galácticas”.
Chile,
con sus instalaciones en el desierto de Atacama, seguirá siendo un pilar
fundamental en esta búsqueda de conocimiento. La colaboración internacional,
apoyada por el entorno único de Atacama, asegura que el país continuará
desempeñando un papel central en los descubrimientos astronómicos más
importantes de nuestro tiempo.
El
éxito de estas observaciones del EHT es un testimonio del poder de la
colaboración global y la innovación tecnológica. Chile, con su desierto de
Atacama, se encuentra en el corazón de este avance, proporcionando el terreno
donde se asientan algunos de los telescopios más avanzados del mundo.
“En
el futuro, la combinación de los telescopios IRAM en España (IRAM-30m) y
Francia (NOEMA) con ALMA y APEX permitirá obtener imágenes de emisiones aún más
pequeñas y débiles de lo que ha sido posible hasta ahora en dos longitudes de
onda, 1,3 mm y 0,87 mm, simultáneamente”, dijo Krichbaum.
Con
el EHT logrando resoluciones sin precedentes, estamos un paso más cerca de
desentrañar los misterios de los agujeros negros y, por extensión, de
comprender mejor el universo en su totalidad. Las futuras observaciones
prometen revelar aún más secretos del cosmos, y Chile seguirá siendo un actor
clave en esta emocionante aventura científica.